Sin saber que hacer, corrió hacia la puerta esperando encontrárselo, con la esperanza de que no se hubiera ido, miró hacia cada uno de los lados, pero nada, se había marchado, ella quedó inmóvil, en la puerta. Por su mente pasaron cada uno de los momentos vividos, las mil y una noches juntos y todas aquellas palabras que crearon su historia, ahora finalizada. Le seguía queriendo. Había cometido un error, el más tonto y absurdo de su vida, pero ya no había vuelta atrás.
Una lágrima recorrió toda su mejilla, hasta llegar a sus labios, aquella translúcida gota tenía un ligero sabor a pasado, presente y un duro futuro, sin él. Veía difícil olvidarse de su mirada, pero el primer paso era cerrar la puerta y aceptar que ya no estaba, se había marchado y lo había hecho dolido.
Aw que lindo blog! sigue asi me encanta
ResponderEliminarTe sigo. Te espero por el mio :D
Muchisimas gracias por seguirme, y muy lindo su blog.
ResponderEliminarUn saludo; Micaela.